Tras el periodo estival y las bien merecidas vacaciones, tal vez lo más “formal” sería iniciar el nuevo curso de Knowthing tratando algún tema de actualidad. Leyendo los periódicos, los temas que más han sonado durante las vacaciones de Knowthing han sido: Gibraltar, Bárcenas, Urdangarin, la guerra de Siria, el caso Snowden y como no el mercado de fichajes de futbol (buena manera de distraer al público, pero este es un tema que tal vez abordemos en futuros posts). Ante tal panorama y sobre los temas mencionados, me es difícil escribir algo que escape de la cotidianeidad y que aporte os aporte valor y se escape de una mera opinión más. Con ello, y en aras de huir de debates insustanciales, sigo abordando uno de mis temas preferidos: emprender.
En vacaciones uno tiene más tiempo para reflexionar y dar vueltas sobre aquellos temas más afines, apartando de tu prisma tu trabajo (en el caso que se trabaje por cuenta ajena). En este post, me gustaría debatir y hablar sobre que viene antes el emprender o la idea. Me explico.
Para emprender hace falta una idea, un leitmotiv, un proyecto, un ideal o una visión para querer cambiar o mejorar el mundo, o bien encontrar una necesidad insatisfecha. Pero del mismo modo, para emprender hace falta querer ser un emprendedor, tarea nada fácil y en ciertas ocasiones banalizada. Así pues, ¿que fue antes el huevo o la gallina? ¿La idea o el emprendedor?
Sin idea no hay emprendedor, y sin emprendedor no surgen las ideas. Esta teoría que puede parecer obvia, entraña largas horas de reflexión. Reflexionemos como podríamos solucionar cuando una de las dos variables carece:
1. – Quiero ser emprendedor: Si realmente uno tiene claro y apuesta por ser emprendedor, debe haber pasado un proceso previo de reflexión en el que avalúe los riesgos, los beneficios y que entienda exactamente todo lo que ello comporta. Superada dicha etapa, debe encontrar su idea o proyecto, ardua tarea. Para ello, nuestro consejo principal es el de “estar despierto”, o como decía Steve Jobs: “Stay hungry”. Ello significa: moverse, networking, analizar oportunidades, acudir a foros, rodearse de posibles socios u otros que ya sean emprendedores, testear, analizar mercados y oportunidades de mejora, entre otras.
2.- Tengo una idea, pero no sé como materializarla: Bajo mi punto de vista, y ello es una opinión totalmente personal, estás de enhorabuena. Si realmente tienes una idea o un proyecto y crees en él, lucha por él. Aquí, lo más importante es rodearte de socios / conocidos o un equipo de management que tenga experiencia y sepa como desarrollar tu idea. Tan importante es que tu idea sea buena como que sepas con quien rodearte para hacerla realidad.
Considero que tanto la idea como el querer ser emprendedor deben de ir de la mano, y sin un mix perfecto entre ambas podemos cometer errores. Es decir, sin idea no soy emprendedor, y si no estoy decidido a emprender no desarrollaré una idea.
Veámoslo con ejemplos reales:
Caso 1: Quiero ser emprendedor. Para mi, un ejemplo claro de emprendedor era Steve Jobs. Ello se aprecia con su biografía. De joven, decide abandonar sus estudios para emprender con sus ideales. Al ser despedido de su propia compañía, sigue emprendiendo, creando otras compañías con nuevas ideas. Tal es el éxito, que vuelve a ser contratado en Apple. Steve Jobs desde joven fue un emprendedor, quién desarrolló varios proyectos e ideas continuamente a largo de toda su trayectoria profesional. Su vocación era emprender. Atención, no quiero decir que a Steve Jobs le faltaban ideas, sino que me interesa enfatizar su faceta y carácter emprendedor. Él es el mejor y más claro ejemplo de emprendedor.
Caso 2: Facebook. Facebook no nació como un modelo de negocio, como una fuente de ingresos, sino como una red de unos jóvenes universitarios. Me remito a la película o a los miles de artículos sobre el tema. En ningún caso, los fundadores de Facebook buscaban firmemente emprender sino que ellos tenían una idea que fue creciendo y que años más tarde terminó siendo lo que todos conocemos actualmente.
¿Por donde empezar? Creo que ambas son buenas opciones, pero tal vez lo ideal y puede que la vía más fácil sea la segunda, tener una idea/proyecto y luego explotarla. Aunque a Steve Jobs tampoco le fue mal….
AAA