Recientemente escuché al economista y catedrático Xavier Sala i Martín en la tertulia política de las mañanas del programa El Món de la emisora RAC1 conducido por Jordi Basté, reflexionando sobre la posible independencia de Catalunya, con un enfoque totalmente diferente al que se ha estado aportando hasta ahora. Él lo enfocaba desde la Teoría de Juegos y el Equilibrio de Nash. Para muchos estos conceptos os serán conocidos, mientras que para otros, os será totalmente nuevo. Por eso, aquí va un pequeño resumen.
La teoría de Juegos tiene múltiples aplicaciones, véase matemática, póker, vida real, y un gran peso en la economía. Se utiliza para estudiar las decisiones a tomar en una situación determinada con incentivos y varios agentes involucrados. En general, se estudian las diferentes alternativas y las estrategias óptimas.
El ejemplo más claro y conocido es el Dilema del Prisionero en el cual dos personas son detenidas por delitos menores y puestas en 2 salas de interrogación. La Policía es consciente de que pueden haber cometido algún delito mayor, así que proceden a la interrogación. Por los delitos menores, irían 2 años a la cárcel, si ambos se delatan del delito mayor, irían 5 años, mientras si uno delata al otro y el otro lo protege, el delatado irá 10 años y el que delata tan sólo 1 por colaborar.
¿Qué decidirán? La situación óptima (Óptimo de Pareto) sería no delatar, pero la falta de información provocará que ambos se delaten, situándose en el punto de equilibro o equilibrio de Nash. Es decir, el punto en el que todos han tomado una decisión y no pueden cambiarla, dado que cambiando empeoraría su situación. En el Equilibrio de Nash ambos pasarán 5 años en la cárcel, pero si uno decide no delatar, su situación empeorará implicando 10 años de cárcel en lugar de 5.
Y todo esto, ¿Cómo aplica al entramado que estamos viviendo entre España y Catalunya?:
Aunque la situación de tensión ha menguado considerablemente, hay que tener en cuenta que Catalunya continúa su proceso de plantear el referéndum, y que por lo tanto, hay que evaluar la posición de ambos agentes para ver qué posturas deben tomar en este dilema.
Por puntos. Catalunya:
- Es el mayor contribuidor fiscal al Estado: según las cifras que maneja la Generalitat existe un déficit medio del 8% sobre el PIB, o lo que es lo mismo, en 2009 el Estado recaudó 61.812 millones de euros de Catalunya, y revirtió 45.403 millones.
- Es la Comunidad con mayor afluencia de turismo extranjero de España, 13,2 millones de turistas extranjeros en 2010, 4 millones superior a Baleares que fue la segunda más visitada.
- Es el punto de conexión con Europa vía terrestre a través de la Autopista AP-7. Zona de paso de miles de camiones que provienen del resto del Estado.
- Tiene uno de los puertos de carga más potentes de Europa. Entrada de muchos de los productos importados del Estado.
- Representa el 20% del PIB español, un gran peso y un gran motor de la economía.
- Necesita permanecer dentro del EURO, porque de otra manera, la independencia se presume imposible.
- Como Estado independiente, podría gestionar sus propios recursos, y por ejemplo, invertir en el Corredor del Mediterráneo.
España:
- Es el recaudador fiscal y el primer interesado en que Catalunya permanezca dentro del Estado, básicamente para poder contribuir con los pagos futuros de deuda pública.
- Necesita mostrar entereza y estabilidad del país para poder obtener ayudas, recursos y aprobaciones por parte de los países miembros de la UE.
- No le interesa poner una barrera fronteriza con Europa, porqué esto implicaría tener que pagar aranceles e impuestos fronterizos para poder cruzar Catalunya y acceder a Francia.
- Tiene la capacidad de vetar la entrada de Catalunya dentro del Euro.
- Es la encargada de invertir y gestionar los recursos de las infraestructuras.
Ante todas estas suposiciones y situaciones teóricas, parece evidente, que aunque muchos queremos la independencia económica, cultural y fronteriza con España, la Teoría de Juegos nos empuja a un Equilibrio de Nash en el cual:
- España y Catalunya alcanzan un Pacto Fiscal que permita a Catalunya continuar creciendo e invirtiendo en infraestructuras y en los servicios a la sociedad de una forma más intensiva que la actual.
- Catalunya abandona la lucha por la independencia para garantizar estabilidad económica y social en el país.
- España garantiza la recaudación fiscal, controles portuarios, aeropuertos, creación de impuestos, etc. para Catalunya.
- Catalunya contribuye solidariamente al resto del país de una forma justa y pactada.
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