No tengo ningún talento especial, simplemente soy apasionadamente curioso.

Algunos habréis oído esta frase alguna vez, para otros, sonará simplemente como una de las típicas frases de algún personaje que intenta motivar, vender o incluso enseñar.

Pues bien, esta frase es del mismísimo Albert Einstein.

Quién diría que una persona como Einstein, al que seguro nadie definiría como alguien que no posee un  talento especial, podría definirse como tal. Pues así es. Einstein siempre dijo que él no tenía un talento particular, sino que simplemente estaba enamorado de lo que hacía. Tenía una curiosidad infinita para entender, para descifrar qué había más allá de lo que, a primera vista, uno podía encontrar.

Frecuentemente me pregunto “¿y a ti, qué es lo que te apasiona?” Como respuesta he obtenido, hasta el momento, la típica frase de “aún no he encontrado aquello que me quite el sueño”.

¿Significa esto que estoy acabado? ¿que no llegaré a ningún sitio? Significa esto que sin pasión, ¿no tendré éxito? Algunos dirán que no, otros que quizás. Sin embargo, la mayoría afirma  que es muy difícil tener éxito sin esta pasión.

Desde mi punto de vista, estoy de acuerdo con esta afirmación. Para mi, sin pasión, no puede haber éxito. Sin embargo, no creo que la pasión aparezca de la nada. La pasión, se debe buscar. Y ahí la gran pregunta, ¿cómo puedo encontrar aquello que me apasione?

Es fácil: sé curioso

Nunca dejes de ser curioso, de preguntarte el “¿y qué más hay?”, pues sólo siendo curioso, podrás llegar a encontrar aquello que algún día despierte en ti esa pasión. Despierte esa necesidad de conocer más y más, hasta que te conviertas en un experto en la materia y puedas disfrutar no sólo de tu trabajo, sino también de los frutos de él.

Es cierto que en Einstein esas dos variables: Pasión y Curiosidad, se juntaron en un ciclo de retroalimentación que llevaron a un hombre sin un talento específico, a ser uno de los grandes genios de la humanidad.

Aquí tenéis el link de una TEDxTalk (charlas educacionales de diferentes perfiles de gente) en la que se aboga por la pasión, el sentimiento, como factor de dirección para conseguir cualquier reto que uno se proponga. Pues quién tiene pasión, quién pone el sentimiento en lo que hace (lo que las madres siempre llamaron amor), es muy probable que lo consiga.

http://www.ted.com/talks/tony_robbins_asks_why_we_do_what_we_do.html

Si habéis tenido ocasión de escuchar algunos minutos de esta charla, probablemente la mayoría de nosotros nos preguntemos: “¿Oye, y esa pasión, ese sentimiento, por qué no lo poseo yo?”

Me temo que no tengo respuesta para ello, aún!

Sin embargo, durante los últimos meses, he podido leer en periódicos y artículos donde se mencionaba que nuestra sociedad es ya una sociedad sin motivación, sin sentimiento. Atrás quedan los años de lucha por las libertades y por unas mejoras de la sociedad que consiguieron nuestros padres.

Y, a mi parecer, en ciertos aspectos tienen razón. No somos unas generaciones que hayamos tenido que luchar por nada. Tuvimos una infancia plácida, y una juventud que nos ofreció vivir oportunidades que ni nuestros padres/abuelos hubieran soñado.

Y eso nos ha llevado que ahora que se requiere de ese espíritu luchador, de esa pasión sin límites, nos encontremos sin capacidad de reacción.

Movimientos como el 15-M se están viniendo abajo, la lucha de plataformas (plataforma contra los desahucios, plataforma contra los recortes en sanidad, educación; …) es intensa, pero sus resultados más que escasos, y lo que es aún peor, la lucha política, no existe.

Temo que sea la necesidad de supervivencia, el miedo al perderlo todo, y no la pasión por la mejora de nuestro futuro, tanto para nosotros como los que vienen detrás, lo que hace seguir manifestándose a esta gente.

L’emigrant